El Feng Shui debería despojarse de su velo misterioso y aparecer cómo escrutinio científico. El origen del Feng Shui (más correctamente llamado «Kan Yue») es una combinación de planeamiento de ciudades, mejoramiento del medio ambiente, arquitectura y decoración de interiores. Los chinos vivían antiguamente a lo largo del Rio Amarillo. Su mayor preocupación consistía en protegerse de vendavales y de las aguas indomables. Al crecer y volverse la sociedad más compleja, el Feng Shui tuvo que ocuparse también de otras cosas como la fertilidad, fama y fortuna. Las filosofías del Confucionismo y Taoísmo dominaron la China durante miles de años. La teoría del Feng Shui salió de ésas ideas, sin la menor duda. Es una lástima que los antiguos maestros del Feng Shui fueran egoístas y no enseñaran todo lo que sabían a sus discípulos. A causa de ello, el conocimiento del Feng Shui se deterioró rápidamente y el pseudo Feng Shui brotó como la mala hierba en primavera.
Los confucionistas consideran al hombre como parte del Universo en el que vive. Había que respetar lo que la Madre Tierra le daba y no actuar contra el Cielo. De hecho es lo que deberíamos hacer para proteger al medio ambiente. Además, la vida de un hombre está influenciada por la Suerte del Cielo, la suerte de la Tierra y la suerte del Hombre. Una manera moderna de decirlo es que el camino del hombre se puede describir con los tres elementos: tiempo, espacio, y acción. El elemento tiempo, es la suerte del hombre con su fecha de nacimiento como condición inicial en lo que se refiere al tiempo. El elemento espacio, es el lugar de nacimiento del hombre y el lugar dónde vive. El elemento de acción, es lo que el hombre hace. Si un hombre hace lo que es correcto en el momento correcto y en el lugar correcto, será afortunado. Sino, encontrará dificultades. Para seguir la suerte de la Tierra hay que elegir un lugar en armonía con la naturaleza, para vivir y trabajar. Podemos llamarlo superstición?
El Feng Shui habla de «Qi». Al ser la materia y la energía intercambiables, Qi se puede encontrar en forma de materia o energía o en una combinación de ambas. Por lo cual, Qi puede ser visible, invisible, o parcialmente visible y parcialmente invisible. Los chinos en la antigüedad, clasificaban todas las cosas de la naturaleza en cinco tipos: metal, agua, madera, fuego, y tierra. De hecho, todo es una combinación de estas bases primarias. Diferentes combinaciones tendrán diferentes influencias, algunas son favorables y otras son perjudiciales. Feng Shui es el estudio de la distribución del «Qi» en un lugar. La distribución varía con el tiempo. Tiene un fundamento científico sólido que se apoya en la piedra concreta de las Matemáticas, Física, Astronomía y Geografía.
El Feng Shui es bien acogido en la América del Norte. Dónde se ha desarrollado muy rápidamente durante las dos últimas décadas. Desgraciadamente, la clase de Feng Shui que se practica no habla para nada del viento y del agua. Por eso es solamente «Feng Shui, sin viento ni agua».
La distribución del Qi está influenciada por las «formas» y las «fórmulas». Como las formas de los alrededores de un lugar son visibles y pueden sentirse, es fácil comprender en qué consiste este Feng Shui. Las fórmulas, por otro lado, son difíciles de comprender para el ciudadano común. Un buen Maestro de Feng Shui debe tomar en cuenta tanto las formas cómo las fórmulas. Es una deducción lógica considerar que la llamada » Escuela de las Formas » y la llamada «Escuela de las Fórmulas» son ambas unas botellas a medio llenar.
Para estudiar el Feng Shui de una casa o una empresa, hay que seguir los siguientes cuatro pasos:
– Estudiar los alrededores, ver que las montañas y los ríos estén debidamente situados. En las ciudades, los edificios y las calles son considerados montañas y ríos virtuales.
– Medir el asiento y el frente de la casa. Usar las fórmulas para localizar las estrellas en el plano y vigilar.
– Planear la gama de colores y decoraciones para alimentar al buen Qi y debilitar al Qi dañino.
– Calcular el Ming Gua de cada persona de la familia y asegurarse que los dormitorios y las áreas habitables estén en armonía con cada persona.
Lo mencionado son sólo guías que un buen maestro de Feng Shui acostumbra a seguir. Los pasos a seguir, no pueden explicarse en pocas palabras.
En general el motivo de una asesoría de Feng Shui es para aliviar a la mente. El uso de un acuario es usar el elemento agua para promocionar la prosperidad. Es incorrecto pensar que el pez se sacrifica en favor de su amo cuando la casa está atacada por Qi malo. Si un acuario se coloca en el lugar correcto, puede brindar prosperidad a la casa. Si se pone en la esquina incorrecta, puede causar problemas. El uso de un sonajero es para emplear el elemento metal, disolviendo y absorbiendo el Qi dañino que causa enfermedad. Colocado inadecuadamente, el sonajero puede ser dañino. El espejo Ba Gua es el utensilio más inservible que existe en Feng Shui. Si se cuelga ese espejo en la puerta, lo que hace es contar a la gente que allí vive una persona ignorante y supersticiosa. El Feng Shui, usado correctamente, trae armonía a un lugar. A veces se abusa y se crea una guerra de Feng Shui entre vecinos. Al perturbar la armonía, nadie gana la pelea.